Ventila, ventila, ventila...
Tradicionalmente, con las enfermedades infecciosas respiratorias una de las medidas preventivas que se adoptan es ventilar los espacios interiores compartidos por el paciente. Desde el inicio de la pandemia del COVID-19 esta medida ya fue recomendada. Pero ha sido con el avance en el conocimiento del virus con el que ha ido adquiriendo mayor relevancia su transmisión por el aire mediante aerosoles y, por tanto, cobra mayor importancia la ventilación de los espacios interiores.
Al respirar, hablar, cantar o gritar expulsamos gotas muy pequeñas que quedan flotando en el aire alrededor de 2-3 horas o más, son los llamados aerosoles. En ambientes interiores, ya sean en el trabajo, locales públicos o en casa, los aerosoles se acumulan si no existe una ventilación adecuada. Por ello el riesgo de contagio de COVID-19 en ambientes cerrados es superior al riesgo en el exterior.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado un vídeo donde se explica “Qué importancia tiene la ventilación y cómo nos mantiene a salvo del COVID-19”:
Para reducir la cantidad de aerosoles generados en los espacios cerrados debemos:
- Limitar aforos.
- Utilizar mascarillas.
- Rebajar las conversaciones y el tono.
Y para controlar el riesgo de contagio, las medidas de control pasan por:
- Usar la mascarilla bien ajustada.
- Reducir el tiempo de permanencia en el espacio cerrado.
- Aumentar la distancia interpersonal.
- Ventilar: aumentar el aporte de aire limpio exterior de forma natural manteniendo las puertas y ventanas abiertas y/o mediante los sistemas de climatización/ventilación, que deben reducir al máximo las recirculaciones de aire en su funcionamiento.
En nuestros hogares, las unidades de climatización que solemos tener en casa solo recirculan el aire interior, calentándolo o enfriándolo y no suelen disponer de filtros que retengan los virus. Debemos complementar con ventilación natural abriendo puertas o ventanas para que haya renovación del aire.
En invierno, ventilar abriendo ventanas supone enfriar pero en época de pandemia es necesario para evitar contagios, aunque económicamente sea más costoso mantener nuestro hogar caliente pero seguro. La periodicidad, los tiempos y frecuencias dependerán del uso de la estancia y su ocupación.
Para saber más sobre el tema para tu empresa o centro de trabajo puedes acceder al espacio "Ventilación y COVID-19" de nuestra web, en la que te ofrecemos información y recursos que recogen recomendaciones sobre ventilación en los espacios cerrados para mitigar la propagación del COVID-19:
Recuerda: Cuanto más ventilemos, ¡menos probabilidad de contagio!
Si necesitas orientaciones de cálculo para personalizar tu ventilación, puedes utilizar la calculadora anti-COVID del Colegio de aparejadores de Aragón.