Incremento de la exposición a sarna
¿Qué es la sarna?
La sarna o escabiosis es una enfermedad de la piel causada por el ácaro Sarcoptes scabiei. Se transmite de persona a persona a través del contacto directo y prolongado con la piel de una persona infestada.
Se trata de una enfermedad de distribución mundial, sin distinción de raza o edad, cuya incidencia está creciendo en nuestro entorno. Ante la aparición de un brote hay que seguir los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias.
Aunque se trate de un problema de salud pública, en ciertas actividades laborales como las sanitarias o residencias geriátricas en los que se produce mayor contacto con personas, la exposición a la sarna pasa a ser un riesgo biológico.
Este ácaro es un parásito obligado que vive y se reproduce en la piel, dónde escarba unos surcos característicos en las capas superiores. Fuera del cuerpo humano no sobrevive más 24-72 horas, dependiendo de la humedad y la temperatura ya que se deshidrata fácilmente. La trasmisión por contacto con enseres infestados (ropa de vestir, toallas, ropa de cama, etc.) es poco probable en la sarna común.
¿Sabes cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la sarna incluyen:
- Picor importante, especialmente por la noche y con el calor; se trata de una de las dermatosis más pruriginosas. El picor es debido a una reacción de hipersensibilidad a los ácaros y sus heces.
- Líneas, surcos y vesículas, ocasionados el ácaro al escarbar entre las diferentes capas de la piel, preferentemente entre los dedos, el interior de las muñecas y codos y en las axilas.
Los síntomas generalmente comienzan de 2 a 6 semanas después de la infestación. A veces hay signos visibles antes de que comiencen los síntomas. Durante este periodo asintomático la persona puede infectar ya que la nueva generación de ácaros aparece en 1-2 semanas.
Los entornos laborales más expuestos son aquellos en los que se produce mayor contacto con personas como residencias geriátricas, hospitales, centros penitenciarios o colegios. El riesgo se incrementa con el hacinamiento y la falta de higiene.
Las personas inmunodeprimidas pueden desarrollar una forma de infección más grave llamada costrosa o noruega, en la que el número de parásitos es mucho mayor y, por tanto, mayor riesgo de trasmisión.
La sarna no es una enfermedad de declaración obligatoria para los casos aislados pero sí lo son los brotes (dos casos o más).
Cómo prevenir la sarna
Para prevenir la aparición de casos y evitar la posible generación de brotes de sarna en residencias, hospitales o centros donde residen personas :
- Mantener unas buenas condiciones de higiene del centro de trabajo y seguir los protocolos de medidas higiénicas establecidas.
- Fomentar el uso de guantes, el correcto lavado de manos con agua y jabón y aumentar la frecuencia con que se realiza.
- Informar y formar a las personas sobre como reconocer los síntomas para poder actuar cuanto antes.
- Realizar inspecciones frecuentes del estado de la piel de las personas residentes a fin de detectar la infección en situación asintomática.
Estemos atentos a los cambios en nuestra piel y en la de las personas que cuidamos
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