Prevención de riesgos y gestión psicosocial: claves de la psicosociología aplicada

Temas: Salud
Publicado el: 25/04/2024
Por: Paula D. Fragueiro Barros. Dirección Técnica I+D. Mutua Universal
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Psicosociología

La normativa vigente en materia de PRL (Ley 31/95), contempla diferentes disciplinas preventivas, comenzamos hoy en esta sección con una serie de contenidos que nos van a permitir profundizar en cada una de ellas, de manera secuencial. Arrancamos con la Psicosociología aplicada, por ser la que mayor protagonismo está teniendo derivado de la evolución que, a todos los niveles están experimentando los entornos de trabajo, con objeto de aportar conocimiento técnico y aumentar, así, la sensibilización de la población trabajadora en relación a esta disciplina preventiva

La psicosociología aplicada centra su campo de trabajo en identificar, analizar, evaluar y tratar de prevenir los riesgos derivados de la interacción de las personas trabajadoras con los factores psicosociales de su entorno de laboral, proponiendo planes y programas de actuación preventiva que incidan en los riesgos detectados; de manera que contribuyan a aumentar el bienestar, la salud y la satisfacción de la persona trabajadora, así como mejorar su desempeño. 

Dentro de esta disciplina resulta fundamental diferenciar claramente qué es un factor y qué es un riesgo psicosocial, veamos con detalle a qué nos referimos.

  • Los factores psicosociales del trabajo son “aquellas condiciones que se encuentran presentes en una situación laboral y que están directamente relacionadas con la organización, el contenido del trabajo y la realización de la tarea; y que tienen capacidad para afectar tanto al bienestar y a la salud, como al desarrollo del trabajo”. (Definición COMITÉ MIXTO OIT/OMS – 1984).

Son, por tanto, condiciones de trabajo como las que se manejan en otras disciplinas preventivas; en el caso de la Psicosociología aplicada nos estamos refiriendo, por ejemplo, a aspectos como la carga de trabajo, la autonomía, la participación y supervisión, o el apoyo social entre otras; y que, en esencia, son estas condiciones de trabajo las que han de ser el objeto de análisis de un proceso de evaluación psicosocial correctamente diseñado.

La manera en que cada organización gestione estos factores será lo que determinará la aparición o no de un riesgo psicosocial. 

  • Por su parte, los riesgos psicosociales, (INSST 2010), son "aquellos hechos, acontecimientos, situaciones o estados que son consecuencia de la organización del trabajo y tienen una alta probabilidad de afectar negativamente a la salud del trabajador".

Hoy en día el principal protagonista es el estrés laboral, aunque existen otros riesgos psicosociales como la violencia y el acoso en el trabajo.


Garantizar el cumplimiento legal

Para mejorar las condiciones psicosociales y prevenir riesgos como el estrés es fundamental garantizar el cumplimiento legal de la disciplina psicosocial y, además, es crítico hacerlo de forma ordenada, es decir:

  • Comenzar por el nivel de prevención primaria: sensibilizando adecuadamente antes dar el paso de evaluar, y una vez hecha la evaluación psicosocial, elaborando un plan de intervención psicosocial, metodológicamente bien diseñado, sobre la base de una adecuada triangulación, y que contenga medidas asociadas a cada condición anómala que se haya detectado, además de medidas “realistas” y ajustadas al contexto de la actividad.
  • A nivel de prevención secundaria: facilitando, por ejemplo, herramientas de gestión a las personas trabajadoras que les permitan tener más recursos para afrontar las exigencias de su trabajo.
  • Y a nivel de prevención terciaria, gestionando el daño y el retorno al trabajo, y acompañando en la reincorporación de las personas trabajadoras tras un baja por exposición a riesgo psicosocial.

Conclusiones

Por tanto, para la disciplina de la Psicosociología aplicada el esquema de trabajo tiene que ser similar al que las empresas llevan a cabo con cualquier otra disciplina preventiva, con la salvedad de que, en el caso de los riesgos psicosociales, debiera hacerse un mayor esfuerzo por sensibilizar. Esta labor tan crítica, ha de ser el paso “0”, previo al inicio de un proceso de evaluación psicosocial y debe dirigirse a toda la organización, hablando y explicando con antelación qué son los factores psicosociales, los riesgos, etc. con el objetivo de limar resistencias en la plantilla y conseguir el compromiso y participación de toda la organización en la gestión de los riesgos psicosociales.

 

Y, desde luego, resulta crítico que esta labor de sensibilización se haga desde arriba, desde la función de liderazgo para que esto contribuya a fomentar la integración de la Prevención de Riesgos Laborales.